La Biblia comienza con el libro del Génesis, cuyo nombre deriva del griego γένεσις (“origen”), del hebreo בְּרֵאשִׁית-Bereshit (“en el principio”)1, preparando el escenario en el que se representará la historia de Dios y su pueblo.
En este libro se introducen las grandes preguntas de la vida —el origen de la creación, de la humanidad y del pecado— así como el deseo de Dios de hacer que el mundo vuelva a ser bueno una vez que el mundo perfecto fue arruinado. La historia comienza no con los seres humanos, sino con Dios. Su existencia se da por sentada; él trae toda la creación a la existencia simplemente pronunciando una orden.
El libro está dividido en 50 capítulos. Los primeros 11 capítulos combinan la historia primitiva con el relato de la creación del mundo y de los primeros seres humanos, así como la caída y expulsión de Adán y Eva del Jardín del Edén, el asesinato de su hermano Abel por parte de Caín, el Arca de Noé y la Torre de Babel.
Los últimos 39 capítulos contienen las historias de los tres patriarcas: Abraham, Isaac y Jacob. Relatan, entre otras cosas:
- La elección por parte de Dios de Abram, que pasó a llamarse Abraham, y la promesa de Dios a Abraham de que todos los pueblos de la tierra serían bendecidos a través de su descendencia.
- La destrucción de Sodoma y Gomorra.
- La disposición de Abraham a sacrificar a su propio hijo Isaac y la lucha de Jacob con el ángel.
- Ofrece una descripción general de la prehistoria del pueblo de Israel.
El libro termina con los descendientes de Jacob (también llamados Israelitas) viajando a Egipto, donde establecen una buena relación con el Faraón.
El texto se atribuía tradicionalmente a Moisés, ya que entre los estudiosos medievales se sostenía que Moisés escribió el Pentateuco. No obstante, con la llegada de la Ilustración, dicha hipótesis fue duramente cuestionada.
Capítulo 1: La creación
El majestuoso capítulo inicial de la Biblia cuenta la historia de la creación del mundo por parte de Dios en seis días, que culmina con la creación del primer hombre y la primera mujer. En el séptimo día Dios descansó, satisfecho de que todo lo que había hecho era bueno.
La Biblia comienza con una narración de la creación que establece la autoría de Dios de un mundo ordenado y coherente, pero también insinúa la naturaleza misteriosa del creador. No hay manera de ir más atrás que “En el principio Dios…” (Génesis 1:1). No se hace referencia a que tenga un origen: simplemente “es”. Todo lo demás comenzó con él, Dios es un creador por naturaleza, por lo que no eligió una existencia solitaria, y él le dio vida al mundo.
Génesis 1
Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente 1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 1 En el principio, Dios creó los cielos y la tierra.
El primer acto: La existencia
El primer acto de creación de Dios fue traer a la existencia el cosmos y la Tierra, pero era un lugar oscuro, acuoso, desordenado y deshabitado: “La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se cernía sobre las aguas” (1:2). El Espíritu de Dios agitó, poniendo en movimiento los eventos por los cuales la creación que reconocemos surgiría.
Génesis 1
Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente 2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. 2 La tierra no tenía forma y estaba vacía, y la oscuridad cubría las aguas profundas; y el Espíritu de Dios se movía en el aire sobre la superficie de las aguas. 3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz. 3 Entonces Dios dijo: «Que haya luz»; y hubo luz. 4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 4 Y Dios vio que la luz era buena. Luego separó la luz de la oscuridad.
El primer día
Dios completó la creación en 7 días, lo que constituyó una semana completa. Un “día” puede interpretarse como:
- La parte de luz y oscuridad de un período de 24 horas (1:5-14).
- Un período prolongado de tiempo (2:4).
- El período completo de 24 horas, mientras la tierra completa una rotación completa sobre su eje.
Pues bien, cada “día” en Génesis se refiere a un período de 24 horas. El ciclo de luz y oscuridad significa que la tierra giraba sobre su eje, recibiendo luz de una fuente en un lado de la tierra, aunque el sol aún no había sido creado (1:16).
Génesis 1
Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente 5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día. 5 Dios llamó a la luz «día» y a la oscuridad «noche». Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el primer día. 6 Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 6 Entonces Dios dijo: «Que haya un espacio entre las aguas, para separar las aguas de los cielos de las aguas de la tierra»; 7 E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. 7 y eso fue lo que sucedió. Dios formó ese espacio para separar las aguas de la tierra de las aguas de los cielos 8 Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo. 8 y Dios llamó al espacio «cielo». Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el segundo día. 9 Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así. 9 Entonces Dios dijo: «Que las aguas debajo del cielo se junten en un solo lugar, para que aparezca la tierra seca»; y eso fue lo que sucedió. 10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno. 10 Dios llamó a lo seco «tierra» y a las aguas «mares». Y Dios vio que esto era bueno. 11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. 11 Después Dios dijo: «Que de la tierra brote vegetación: toda clase de plantas con semillas y árboles que den frutos con semillas. Estas semillas producirán, a su vez, las mismas clases de plantas y árboles de los que provinieron»; y eso fue lo que sucedió. 12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. 12 La tierra produjo vegetación: toda clase de plantas con semillas y árboles que dan frutos con semillas. Las semillas produjeron plantas y árboles de la misma clase. Y Dios vio que esto era bueno. 13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero. 13 Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el tercer día. 14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, 14 Entonces Dios dijo: «Que aparezcan luces en el cielo para separar el día de la noche; que sean señales para que marquen las estaciones, los días y los años. 15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 15 Que esas luces en el cielo brillen sobre la tierra»; y eso fue lo que sucedió. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. 16 Dios hizo dos grandes luces: la más grande para que gobernara el día, y la más pequeña para que gobernara la noche. También hizo las estrellas. 17 Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 17 Dios puso esas luces en el cielo para iluminar la tierra, 18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. 18 para que gobernaran el día y la noche, y para separar la luz de la oscuridad. Y Dios vio que esto era bueno. 19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto. 19 Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el cuarto día. 20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 20 Entonces Dios dijo: «Que las aguas se colmen de peces y de otras formas de vida. Que los cielos se llenen de aves de toda clase». 21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno. 21 Así que Dios creó grandes criaturas marinas y todos los seres vivientes que se mueven y se agitan en el agua y aves de todo tipo, cada uno produciendo crías de la misma especie. Y Dios vio que esto era bueno. 22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. 22 Entonces Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Que los peces llenen los mares y las aves se multipliquen sobre la tierra». 23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto. 23 Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el quinto día. 24 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. 24 Entonces Dios dijo: «Que la tierra produzca toda clase de animales, que cada uno produzca crías de la misma especie: animales domésticos, animales pequeños que corran por el suelo y animales salvajes»; y eso fue lo que sucedió. 25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno. 25 Dios hizo toda clase de animales salvajes, animales domésticos y animales pequeños; cada uno con la capacidad de producir crías de la misma especie. Y Dios vio que esto era bueno.
Nosotros… Nuestro
En Génesis se da la primera referencia clara a la naturaleza tripartita de Dios (como Padre, Hijo y Espíritu Santo). Esta relación única se llama la triunidad de Dios. Incluso el mismo nombre de Dios: Elohim (1:1), es una forma plural de El.
Ahora bien, el hombre es la obra maestra de la creación, un ser humano, fue hecho a la imagen de Dios para gobernar la creación. A partir de la frase nuestra imagen, se definió la relación única del hombre con Dios y lo separó de los animales. Era como Dios en que podía razonar y tenía intelecto, voluntad y emoción. Cuando fue creado, era como Dios porque era bueno y sin pecado.
Génesis 1
Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente 26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 26 Entonces Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, para que sean como nosotros. Ellos reinarán sobre los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, todos los animales salvajes de la tierra y los animales pequeños que corren por el suelo». 27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 27 Así que Dios creó a los seres humanos a su propia imagen. A imagen de Dios los creó; hombre y mujer los creó. 28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 28 Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo». 29 Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 29 Entonces Dios dijo: «¡Miren! Les he dado todas las plantas con semilla que hay sobre la tierra y todos los árboles frutales para que les sirvan de alimento. 30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. 30 Y he dado toda planta verde como alimento para todos los animales salvajes, para las aves del cielo y para los animales pequeños que corren por el suelo, es decir, para todo lo que tiene vida»; y eso fue lo que sucedió. 31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto. 31 Entonces Dios miró todo lo que había hecho, ¡y vio que era muy bueno! Y pasó la tarde y llegó la mañana, así se cumplió el sexto día.
Una buena creacion: El cielo y la tierra
Génesis nos dice que el acto de creación de Dios ocurrió de manera ordenada (una buena creación):
- El primer día pronunció las palabras “Hágase la luz” (1:3), que separaron la luz de las tinieblas para formar el día y la noche. Luego, los eventos del día llegaron a su fin con una frase que se repite a lo largo de la historia de la creación: “Y fue la tarde y la mañana el primer día” (1:5).
- En el segundo día, Dios separó las aguas sobre la faz de la tierra de la aguas por encima de ella. Pronunció la orden: “Que haya una bóveda entre las aguas para separar el agua del agua” (1:6), creando una expansión que llamó “cielo”.
- Al tercer día, Dios dijo: “Que las aguas que están debajo del cielo se reúnan en un lugar, y que aparezca la tierra seca” (1:9). Separó la tierra seca del agua para formar continentes y océanos, y también plantó árboles, frutas, verduras y otras plantas. La tierra vacía se transformó en un mundo vibrante y floreciente. Solo las palabras de Dios fueron suficientes para que la creación existiera. Todo lo que tenía que hacer era decir: “Que haya…”, y sucedió. Al final del tercer día, Dios declaró que lo que había hecho era “bueno”.
- En el cuarto día, Dios fijó las estrellas en el cielo y creó el Sol y la Luna, “para que señoreen en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas” (1:18).
- Al quinto día, volvió al mar y al cielo y los pobló de peces y pájaros, ordenando: “Que las aguas se llenen de seres vivientes, y que las aves vuelen sobre la tierra a través de la bóveda del cielo” (1:20). Dios los bendijo, diciendo: “Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves sobre la tierra” (1:22).
- En el sexto día, Dios creó animales para vivir en la Tierra. De su imaginación creó una gran variedad de animales diferentes, pero lo mejor de todo quedó para el final. Ninguno de estos animales lo refleja adecuadamente, “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (1:26). Aquí, finalmente, estaba una criatura capaz de disfrutar de un encuentro cercano, una relación especial con el creador, y dignos de la responsabilidad que Dios les confirió: “Gobiernen los peces del mar, las aves del cielo y todo ser viviente que se mueve sobre la tierra” (1:28). Dios también impartió fertilidad a su creación, implantando en ella el poder de regenerarse.
- Cuando Dios revisó su creación, se declaró satisfecho: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y era muy bueno” (1:31). El séptimo día descansó y “bendijo el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra de creación que había hecho” (2:3).
Capítulo 2: El hombre en el huerto del Edén
Después de crear y poblar la Tierra, Dios estableció un jardín fértil y encargó al primer hombre, Adán, que lo cuidara. En este contexto, no se pudo encontrar una ayuda adecuada para Adán, por lo que Dios creó a la mujer, Eva, que se convirtió en su esposa.
Mientras que el primer capítulo de Génesis establece los temas generales y la secuencia de eventos de la creación, incluida la creación de hombres y mujeres, el segundo capítulo se enfoca en un lugar específico, el Jardín del Edén, y una especie específica, los seres humanos.
Génesis 2
Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente 1 Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. 1 Así quedó terminada la creación de los cielos y de la tierra, y de todo lo que hay en ellos.
Un día de descanso
La creación del mundo había sido el trabajo de menos de una semana para Dios: la Tierra sin forma se había transformado en un planeta fructífero.
Génesis 2
Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente 2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. 2 Cuando llegó el séptimo día, Dios ya había terminado su obra de creación, y descansó de toda su labor. 3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación. 3 Dios bendijo el séptimo día y lo declaró santo, porque ése fue el día en que descansó de toda su obra de creación. 4 Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, 4 Este es el relato de la creación de los cielos y la tierra. Cuando el SEÑOR Dios hizo la tierra y los cielos,
Todo es potencia hasta que Dios lo decide
El libro de Génesis da a entender que la nueva creación de Dios había tomado tiempo para desarrollarse: “todavía no había aparecido ningún arbusto en la tierra ni ninguna planta había brotado todavía, porque el Señor Dios no había hecho llover sobre la tierra y no había nadie para trabajar la tierra” (Génesis 2:5). Aunque llenas de potencial, las raíces y semillas en el suelo yacían dormidas hasta que Dios proveyó agua, después de lo cual la vegetación cobró vida.
Génesis 2
Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente 5 y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del campo antes que naciese; porque Jehová Dios aún no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra, 5 no crecían en ella plantas salvajes ni grano porque el SEÑOR Dios aún no había enviado lluvia para regar la tierra, ni había personas que la cultivaran. 6 sino que subía de la tierra un vapor, el cual regaba toda la faz de la tierra. 6 En cambio, del suelo brotaban manantiales que regaban toda la tierra.
Sopló en su nariz aliento de vida
Dios iba a designar al hombre para cuidar el jardín. El hombre —nombrado en el libro del Génesis como Adán, después de haber dado nombre a los animales y a las aves— era la corona de la creación de Dios, aunque había sido hecho del polvo, lo que indica tanto su naturaleza frágil como su continuidad con el Tierra. Dios sopló su propio aliento en este cascarón polvoriento, y el hombre cobró vida: “Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre se convirtió en un ser viviente” (2: 7). Esta criatura viviente, a diferencia de todas las demás, portaba de manera única la imagen de Dios.
Génesis 2
Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente 7 Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. 7 Luego el SEÑOR Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló aliento de vida en la nariz del hombre, y el hombre se convirtió en un ser viviente.
La geografía de Edén
Los eruditos han propuesto varias teorías para la ubicación de Edén, pero la historia de Génesis implica que se encuentra en algún lugar al este de Israel en la Península Arábiga. Un río que abastecía de agua al jardín se dividió en cuatro al salir de Edén, formando los ríos Pisón, Gihón, Tigris y Éufrates. Esto habría convertido al jardín en un exuberante oasis en medio de un paisaje seco.
Génesis 2
Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente 8 Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. 8 Después, el SEÑOR Dios plantó un huerto en Edén, en el oriente, y allí puso al hombre que había formado. 9 Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. 9 El SEÑOR Dios hizo que crecieran del suelo toda clase de árboles: árboles hermosos y que daban frutos deliciosos. En medio del huerto puso el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. 10 Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. 10 Un río salía de la tierra del Edén que regaba el huerto y después se dividía en cuatro ramales. 11 El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; 11 El primero, llamado Pisón, rodeaba toda la tierra de Havila, donde hay oro. 12 y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice. 12 El oro de esa tierra es excepcionalmente puro; también se encuentran allí resinas aromáticas y piedras de ónice. 13 El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus. 13 El segundo, llamado Gihón, rodeaba toda la tierra de Cus. 14 Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates. 14 El tercero, llamado Tigris, corría al oriente de la tierra de Asiria. El cuarto se llama Éufrates.
La responsabilidad del hombre
La responsabilidad principal del primer hombre era cuidar el jardín que Dios había plantado en Edén, un lugar que comparte mucho con la noción del paraíso en el mundo antiguo.
Génesis 2
Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente 15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. 15 El SEÑOR Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que se ocupara de él y lo custodiara;
Frutos prohibidos
Dios había creado todo tipo de árboles en el Edén; algunos eran simplemente hermosos, mientras que otros proporcionaban frutos deliciosos para comer. Le dio a Adán la libertad de recoger fruta de cualquiera de los árboles frondosos, excepto uno. En el centro había dos árboles: uno de la vida y otro del conocimiento del bien y del mal. Se le dijo al hombre que dejara a este último solo: “Eres libre de comer de cualquier árbol en el jardín; pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día que comas de él, ciertamente morirás” (2:16-17).
Génesis 2
Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente 16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 16 pero el SEÑOR Dios le advirtió: «Puedes comer libremente del fruto de cualquier árbol del huerto, 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. 17 excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de su fruto, sin duda morirás». 18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. 18 Después, el SEÑOR Dios dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Haré una ayuda ideal para él». 19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. 19 Entonces el SEÑOR Dios formó de la tierra todos los animales salvajes y todas las aves del cielo. Los puso frente al hombre para ver cómo los llamaría, y el hombre escogió un nombre para cada uno de ellos. 20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. 20 Puso nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales salvajes; pero aún no había una ayuda ideal para él.
Ayuda idónea para Adán
Solo un problema empañaba la existencia idílica de Adán. Como corona de la creación, y sin igual con quien pudiera relacionarse, estaba solo. Dios superó esto creando un compañero para él: “Y Jehová Dios hizo que el hombre cayera en un sueño profundo; y mientras dormía, tomó una de las costillas del hombre y luego cerró el lugar con carne” (2:21).
Génesis 2
Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente 21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 21 Entonces el SEÑOR Dios hizo que el hombre cayera en un profundo sueño. Mientras el hombre dormía, el SEÑOR Dios le sacó una de sus costillas y cerró la abertura.
Tomada de su costado para ser su igual, bajo sus brazos para ser protegida y cerca de su corazón para ser amada
Dios usó parte del propio cuerpo del hombre: “Y de la costilla que había sacado del hombre, Jehová Dios hizo una mujer, y la trajo al hombre” (2:22). Matthew Henry, reconocido expositor de la Biblia, dijo que Eva fue: “hecha de una costilla tomada del costado de Adán; no fue tomada de una parte de su cabeza para gobernarlo, ni de sus pies para ser pisoteada por él; fue tomada de su costado para ser su igual, bajo sus brazos para ser protegida, y cerca de su corazón para ser amada”
Génesis 2
Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente 22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 22 Entonces el SEÑOR Dios hizo de la costilla a una mujer, y la presentó al hombre.
El matrimonio como institución divina
Cuando el hombre vio la creación de Dios, inmediatamente reconoció su parecido con él y compuso un poema para celebrar que ella estaba hecha de la misma materia que él. Él dijo: “Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ella será llamada “mujer”, porque del hombre fue tomada” (2:23). La idea cristiana del matrimonio tiene sus raíces en este ejemplo temprano de relación.
Génesis 2
Biblia Reina Valera 1960 Nueva Traducción Viviente 23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 23 «¡Al fin! —exclamó el hombre— ¡Esta es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Ella será llamada “mujer” porque fue tomada del hombre». 24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. 24 Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo. 25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban. 25 Ahora bien, el hombre y su esposa estaban desnudos, pero no sentían vergüenza.
En el idílico Edén, el hombre y la mujer gozaban de una completa inocencia, simbolizada por su desnudez, de la que no sentían vergüenza. Esta intimidad se perdería a causa de su desobediencia a Dios.
¿Cómo concuerdan o desafían las teorías científicas actuales a la Biblia?
Las teorías científicas, por su propia definición, están sujetas a cambios y ajustes. Las Escrituras permanecen como la declaración inmutable de la verdad revelada por Dios. La Biblia no fue escrita como un desafío a ninguna teoría científica en particular, pero las teorías científicas a menudo han sido diseñadas para desafiar y socavar las declaraciones bíblicas. O están de acuerdo con las Escrituras o están equivocados.
La descripción en Génesis 1:1 de que “Dios creó los cielos y la tierra” arroja tres conclusiones básicas:
- La creación fue un evento reciente medido en miles, no en millones de años.
- La creación fue ex nihilo, lo que significa que Dios creó de la nada.
- La creación fue especial, siendo la luz y el tiempo los primeros actos creadores de Dios, ya que la cuenta de los días (Génesis 1:5) comenzó antes de la creación del sol y la luna (Génesis 1:16).
Una clave para evaluar las teorías científicas depende de nuestra comprensión de la palabra bíblica “creado”. Aunque la palabra hebrea usada en Génesis 1:1 puede usarse para describir el acto de moldear o alterar la materia existente (Is. 65:18), ese no es el caso con las primeras palabras de la Biblia. Dios habló los cielos y la tierra a la existencia. Tanto el contexto como el resto de las Escrituras dan testimonio de la creatividad de Dios sin el uso de ningún material preexistente (Is. 40:28, 45:8-18, 48:13; Jer. 10:16; Hechos 17:24).
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En hebreo los libros del Pentateuco se conocen por su primera palabra, así que para los hebreos este libro es Bereshit (“En el principio”). ↩︎